martes, 28 de octubre de 2008

SIGNIFICACIÓN DE LA FIRMA

Para la interpretación correcta y completa de la firma (y rúbrica) deben tomarse en consideración las sabias declaraciones de los siguientes eminentes grafólogos:
«Ningún estudio grafológico debe ser hecho si el texto no está firma­do y, de la misma manera, ningún estudio grafológico debiera realizarse si la firma no va acompañada de un texto manuscrito.» (Charlotte Dugheyt). Asimismo, Rudolph S. Hearns en Self portraits in Autographs dice: «Las firmas deben ser interpretadas adecuadamente sólo en conexión con el texto manuscrito.»
Por nuestra parte, hemos de decir que en la firma hay un componen­te importante que son las mayúsculas. Sostenemos, no obstante, que no exis­te la denominada "grafología de las mayúsculas", cuyo estudio particulariza­do se efectúa en la Grafología General a cada uno de los Aspectos gráficos, "especies" o variables, así como en sus iniciales y finales o gestos tipo. Cier­tamente, hay formas raras e infrecuentes, las cuales hay que interpretar se­gún el contexto y la aplicación de principios adecuados; si no, es preferible evitar su interpretación, tal como indica Crépieux-Jamin respecto a los sig­nos raros o poco frecuentes (principalmente "modos").
La firma, en cualquier caso, no podrá proporcionar indicaciones completas sobre la personalidad. Es más bien un elemento de confirmación, corrección o contradicción de las indicaciones que provee el texto gráfico.
En resumen, somos partidarios de lo que afirma el eminente Cré­pieux-Jamin: «Es imprudente, en ausencia de otros documentos, comentar la firma a fondo, ya que su extrema condensación obliga a controlar nuestras observaciones.» También el sujeto puede haber evolucionado más de lo que indica la firma.
Positivación del texto a través de la firma
Los elementos que deben tomarse en cuenta para la valoración del texto derivados de una firma "plusvalorante" son principalmente:
a) Congruencia texto-firma (claridad, tamaño, colocación, etc.) Ascendente.
b) Firma tónica, en relieve, progresiva, expresiva, espontá­nea, etc.
Lo cual expresa potencialidades de evolución, necesidad de autorrea­lización, competitividad, recursos creativos, etc.
En otras palabras, una firma con elementos positivos tiende a mos­trar una personalidad con recursos para su realización socio-laboral.
Definición de la firma
Puede definirse la firma como un conjunto de gestos habituales y au­tomatizados elegidos libremente sin restricción alguna (A. Lecerf) que plas­ma la estilización de la autoimagen (Kurtz), la autorrepresentación de sí (autorretrato o autobiografía abreviada) y la expresión de núcleo más íntimo, privado y más real de la personalidad. En otras palabras, es la expresión del comportamiento íntimo y el nivel de autoaceptación y sentimiento de sí mis­mo.
El texto expresa el plano más socio-profesional, los actos y la actitud frente al mundo circundante (Bousquet), o sea el Yo manifestado.
La síntesis personalísima del individuo o impronta personal expresa más concretamente:
a) El potencia de recursos y reservas (que no siempre se exterioriza) y forma de utilizarlo. Energía potencial.
b) Es el símbolo esencial del proyecto de vida personal, evo­lutivo, autoafirmativo, que expresa lo que el sujeto es, cómo quiere ser, lo que quiere ser y lo que desearía ser o tener, así como los deseos más profundos. Yo desiderativo.
c) Es la expresión de los frenos, pulsiones y equilibrio de las aspiraciones y motivaciones vs. abandono y negación.
d) Grado de confianza en la autoimagen; sentido de éxito (o fracaso) y la estimación de los valores propios.
e) Es la expresión de aspectos ocultos, conflictos internos, fracasos, traumas, nostalgias, imperfecciones escondidas (Crépieux-Jamin) y compensaciones de sentimientos de infe­rioridad (Vels).
f) Es la expresión de las exigencias del Yo (Torbidoni).
Simbolismo del nombre de pila y los apellidos
Nombre
Yo infantil
Sentimiento de la infancia
Narcisismo
Deseo de figurar (si grande)
"Niño mimado" (si grande)
Exclusivismo
Nombre suprimido o abreviado
Represión o rechazo de las expe­riencias de la infancia, a veces desgraciada (sólo inicial). Tam­bién, actitud conservadora. Olvido del pasado.
Apellidos
Yo laboral. El "self made man"
Madurez; rol de adulto
Aceptación rol social
Orgullo familiar. El sujeto quie­re ser reconocido como alguien espe­cial (si grande)
Énfasis en los roles de protección y autoridad (si predominante so­bre nombre). Deseo de éxito so­cial
Supresión apellido paterno
Problemas con el padre. Comple­jo de Edipo. Inexistencia psíquica o física del padre.
La firma con únicamente iniciales puede expresar fuertes sentimien­tos de culpa.
Firma en dos planos (nombre sobre apellido)
- Infravaloración (complejo físico?).
- Tendencia a vivir en dos planos: el espiritual y el material.
- Prioridad a la relación personal por encima de los convencionalis­mos.
- Rebelión si tiene que trabajar en algo que no le va personalmente.
Sobre la rúbrica
La rúbrica es el dibujo inconsciente de mecanismos de defensa del Yo íntimo, o sea, la defensividad respecto a los demás (Vels).
Cuanto más cercana está de los nombres (firma), más vinculación psicológica con la familia o el ambiente. Cuanto más lejos se sitúa la rúbri­ca, se coloca una barrera más distante entre la intimidad propia y las perso­nas de confianza. Cuanto más alejada sea la rúbrica que subraya el nombre, más orgullo. En otros casos puede indicar "intriga" (Salberg).
Rúbrica simplificada
Confianza en sí mismo
Naturalidad
Sencillez
Serenidad
Rúbrica complicada
Sobrevaloración de sí mismo. Afectación histeroide
Autoprotección
Malas intenciones. Intriga. Cons­pi­ración
Angustia. Alienación. Fobias
Rúbrica que envuelve la firma
Se corresponde con la mal denominada "firma envolvente". La firma está rodeada por un círculo protector. Algunos aluden a que la firma está en estado fetal.
. Dependencia familiar
- Egoísmo familiar.
- Fijación en la madre.
- Evitación de conflicto con el padre.
- Necesidad de quedarse en casa.
. Inmadurez
- Posesividad infantil, pasiva.
- Busca de protección (dependencia materna).
- Dificultad para conseguir la autonomía. Esp. subalterno.
- Autismo. Regresión.
. Inseguridad
- Defensa de la intimidad.
- Sentimiento de inferioridad.
- Búsqueda de un ambiente seguro.
- El sujeto se esconde porque tiene algo que reprocharse (Cobbaert).
. Desconfianza
- Defensa del ambiente exterior.
- Sentimiento de persecución.
- Suspicacia; está siempre alerta.
- Miedo a que se descubra su propia pequeñez (¿delirio de grandeza?).
- Protección contra peligros exteriores.
. Inadaptación
- Poca comunicatividad.
- Rechazo de la vida social.
- Esquizoidismo.
- Inabordable.
. Sentimiento de inadecuación
- Ansiedad.
- Preocupación constante.
- Neurosis obsesiva.
- Misoginia.
- Protección neurótica contra temores y ansiedades: supers­ticiones, juego o ritos mágicos.
Firma tachada por la rúbrica
Para R. Crepy, el autor de esta modalidad de firma, es una persona "desafortunada" que ha heredado atavismos, handicaps y sentimientos de cul­pabilidad y que el sujeto hace lo necesario para fracasar.
Se origina en el "temor a ser atacado por los padres" (culpabilidad agresiva por conflicto agresivo con la instancia paterna). Sentimiento de infe­rioridad y de indignidad. Mecanismo de censura y negación.
- Autorreproche. Autocrítica. Perfectismo; deseo de superación obse­sivo.
- Super-Ego acusador.
- Autolimitaciones inconscientes.
- Situación apurada. Sentimiento de haber sufrido alguna disminu­ción (C. Muñoz E.).
- Disforia: intranquilidad, preocupación.
- Rebelión (parte de agresividad contra otros). Marne.
- El sujeto puede cuidar de sí mismo y de los demás y no lo hace.
Congruencia de la firma-texto
La coherencia y homogeneidad entre firma y texto es generalmente positiva. La firma idéntica al texto suele serlo básicamente en la legibilidad, tamaño y orientación (inclinación, dirección, línea, etc.). Es evidente que las disonancias pueden ser muchas más, pero deben interpretarse mediante los criterios grafológicos propios de la "combinación contextual" que se practica con el texto.
Firma congruente
Tendencia a mostrarse con natu­ralidad y estabilidad tanto en la vida privada como profesional.
Asunción adecuada de las res­pon­sabilidades. Buen compromiso con la conciencia moral (Super Yo).
Solidez interna para respon­der de la acción emprendida.
Ajuste entre aspiraciones y rea­li­dad. Identificación entre logros y ambiciones.
Armonía entre la imagen exte­rio­rizada y la propia.
Homogeneidad entre la realidad íntima y la realidad social.
(-) Dificultad para modular el registro de intervención debido al excesivo monolitismo de la perso­nalidad.
Posibilidades no desproporciona­das.
Firma incongruente
Insinceridad. Deseo de aparecer diferente.
Promete pero no hace; se evade de sí mismo.
Vida doble.
Inmadurez. Inconstancia en los objetivos.
Comportamiento incoherente.
Se presenta y expresa ante los de­más de forma diversa a cómo es su exigencia interior (Torbido­ni).
Escisión entre el rol socioprofe­sional y la "autoimagen".
Oportunismo. Adaptación a toda costa.
Temor a amenazas que pueden desvalorizar el Yo.
Firma más grande que texto
- Confianza en sí mismo.
- Autoestima y autoestimación realista.
- Compensación de complejos o sentimientos de inferioridad.
- Capacidad de valoración del potencial.
- Ambición de "ser superior" a las propias posibilidades.
- Orgullo o conciencia del propio valer.
- Necesidad del reconocimiento de méritos. Necesidad (his­térica) de ponerse de relieve.
- Compensación de un sentimiento de fracaso o impotencia mal aceptado o soportado.
- Sentimiento de éxito y de poder.
La firma más pequeña que el texto traducirá inseguridad, falta de autoestima, complejos de inferioridad, infravaloración, sentimiento de fracaso, subalternismo, etc.
Firma ascendente
1. Aspiraciones llenas de promesas, motivadas por un proyecto de porvenir.
2. Reserva de espíritu de superación y energía para vencer los obstá­culos y afrontar las dificultades de la vida, así como vencer el desánimo oca­sional.
3. Necesidad de buscar el "punto culminante".
4. Capacidad de empresa para arriesgarse, innovar y evolucionar.
Muy ascendente
5. Pretensiones excesivas propias de la inmadurez del joven que se cree capaz de escalarlo todo (Rochetal).
6. Ambiciones desmedidas, inalcanzables e inasequibles para fijar las metas más allá de las posibilidades.
7. Insatisfacción permanente de los propios logros.
8. Huida de la realidad; no se sabe bien lo que se quiere.
9. Exaltación histérica.
10. Desequilibrio entre deseos y posibilidades que impiden la perse­verancia y el realismo.
11. Arribismo (si "en raíles").
Firma ilegible
La firma ilegible implica sentido de responsabilidad para cumplir las obligaciones y determinación clara para llevar a cabo lo convenido o pacta­do, consciencia de las propias capacidades y limitaciones: autenticidad.
Las principales características de la firma ilegible o confusa impli­can
1. Escapismo de la realidad.
2. Temor a aparecer tal como se es realmente. El sujeto no quiere dejarse ver. Impenetrabilidad.
3. Evasión de responsabilidad.
4. Falta de valor moral para presentarse con naturalidad; deseo de esconderse detrás de una máscara para llevar a los demás por un camino erró­neo.
5. Disimulo de la propia inferioridad (Magnat).
6. "Identidad mal vivida o mal adquirida, de ahí la inseguridad, la desconfianza, el miedo y el deseo de protegerse, de ser invulnerable y de no comprometerse moralmente tomando responsabilidades (J. Monnot).
Rúbricas típicas
Punto tras la firma. Preocupación al escoger nuevas amistades (Marne). Prudencia verificadora. Desconfianza ante el porvenir. Dificultad para "aguantar más". Necesidad de poner punto final o de tener la última palabra. Cansancio vital.
Firma entre raíles. Deseo de seguir una línea de conducta estricta. Búsqueda de la seguridad (necesidad de garantías tanto en el plano social como material). Autoprotección para evitar interferencias ajenas (secretis­mo). Seguimiento de normas para alcanzar objetivos (especializa­ción).
Rúbrica con traza descendente vertical. Afirmación en una acción decidida. Autoafirmación propia independencia. Capacidad de defensa y ata­que (polémica). Poco cooperativo (si orientada hacia la izquierda). Actividad concreta y práctica. Rechazo ideas ajenas, defensa de las ideas propias (Simón). Autoridad incontestable: no soporta la deso­bediencia o la réplica. Desprejuicio de lo que digan los demás, le aplaudan o no.
Rúbrica en zig-zag. Astucia para alcanzar las metas y situarse. Vindicativi­dad. Entusiasmo. Criterios volubles.
Rúbrica (o firma) en espiral estrecha o embrollada. Vivir en un mundo pecu­liar, imaginativo. Ideas fijas u obsesivas. Astucia complicada o habi­lidad práctica para complicar las cosas y enredar (Rochetal).
Rúbrica en "boca de lobo" en forma de "C". Actividad comercial. Voluntad de poder. Tenacidad (Crepy). Reserva (C. Jamin). Astucia (C. Muñoz Espinalt).
"Boca de lobo" en forma de "C" al revés. Conservadurismo egoísta. Apego a lo propio (familia, tierra, etc.). El sujeto se cierra en su pequeña casa.
Idem anterior pero con ángulo a la derecha. Defensa de la intrusión de extranjeros. Desconfianza. Rúbrica protectora en parte superior. Exclusivismo en el pensamiento. Deseo de pasar desapercibido intelectualmente. Deseo de cubrirse; gran timidez. Ideas extrañas o anticonformistas. Actitudes insolentes. Vo­luntad de limitar la imaginación. Protección de la intimidad para evi­tar problemas (rúbrica que cubre el nombre).
Rúbricas en lazo
en forma de "x" abierta a la izquierda. Espontaneidad con los ínti­mos, pero torturado o simplista con los demás.
en forma de "x" abierta a la derecha. Facilidad de contactos. Expre­sividad dúctil.
Rúbrica con uno o dos tildes que cortan la línea. Habilidad para las relacio­nes humanas. Detallismo inútil. "Querer cortar la relación con la madre" (Escriche).
Rúbrica que subraya la firma
Subrayado doble
1. Orgullo de la persona todavía poco evolucionada. Necesidad de dar excesiva importancia a lo que se dice o hace. Sentimiento de impotencia o fracaso. Deseo de imponer las propias ideas. Deseo de que los demás reco­nozcan los propios méritos, en forma imperiosa. Deseo obsesivo de tener ra­zón.
Subrayado simple o breve
1. Deseo de reconocimiento y consideración. Gusto por mostrar a otros las propias capacidades. Confianza en sí mismo. Expresión de afirma­ción y dinamismo. Determinación realista. Sentimiento interno del propio valer. Búsqueda del aplauso de los demás.
(Las significaciones son más positivas si el subrayado es más breve y firme).
2. Defensa contra el peligro materialista.
Subrayado simple alejado de la firma
1. Independencia.
2. Orgullo altanero. Desdén. "Admiradme pero no me toquéis".
3. Orgullo de casta.
Colocación espacial de la firma
En general, la colocación horizontal de la firma (izquierda, centro derecha, etc.) indica los siguientes aspectos:
a) Grado de madurez y confianza en sí mismo para avanzar cons­cientemente hacia el futuro; posición del sujeto ante el porvenir.
b) Dependencia e interés profesional y social.
c) Capacidad para tomar decisiones e iniciativas.
d) Nivel de facilidad para la relación social.
e) Capacidad para superar obstáculos.
Firma situada a la izquierda
1. Frustración y desilusión fácil; de ahí cierto escapismo o subterfu­gios para no actuar. Tendencia a escapar de la realidad.
2. Autolimitaciones que impiden el desenvolvimiento; cree que el ambiente es hostil, desconfianza ante la sociedad.
3. Retirada para apoyarse en valores tradicionales.
4. Concepto pobre de lo que se es o se pretende realizar.
5. Miedo irrazonable a vivir por estar prisionero de una conducta de fracaso (¿prisionero de madre posesiva?)
6. Dependencia afectiva que estorba la autonomía; de ahí la insegu­ridad que se "agarra" en medicamentos, drogas o alcohol.
7. Necesidad de apoyarse en experiencias o valores del pasado que frena la iniciativa.
8. Alejamiento autístico del mundo.
9. Neurosis; comportamiento captativo, necesidad de protección por no poder valerse (separada).
Firma alejada del texto
1. Despreocupación o desinterés por lo que acaba de ser dicho o he­cho. Incoherencia entre lo que se quiere y lo que se puede alcanzar. Dismi­nución de la implicación o alejamiento de la actividad.
2. Individualismo. Independencia. Orgullo (desdeñoso) de casta. Distinción.
3. Tendencia a desconectar con facilidad de los estímulos cotidianos por falta de motivaciones.
4. Dificultad de integración socio-laboral.
5. Necesidad de carta blanca y de no rendir cuentas. Ocultación pa­sado deshonesto.
La firma muy próxima al texto puede indicar servilismo, dependen­cia y necesidad de protección, sencillez y preocupación por el trabajo.
Firma en el centro de la página
1. Dificultad de evolución hacia la madurez.
2. Descorazonamiento para tomar iniciativas (Crepy). Papel de se­gundo.
3. Prudencia para no arriesgarse. Decisiones diferidas.
4. Deseo de llamar la atención con cierta teatralidad (si grande).
5. Control del impulso social.
La firma colocada a la derecha muestra alegría de vivir, iniciativa, confianza en sí mismo, entusiasmo, autorrealización y concordancia entre aspiraciones reales y manifestadas.
Agrupación de Grafoanalistas Consultivos de España.- asociación profesional de grafología miembro de pleno derecho de la ADEG
J. TUTUSAUS
BOLETÍN NÚMERO 13, Segundo semestre 1994

domingo, 19 de octubre de 2008

Grafología de los Delincuentes

GRAFOLOGÍA DE LOS DELINCUENTES

La mayoría de los tratados y libros que existen sobre Grafología, sitúan como primera obra editada en relación con el estudio de la escritura, en el año 1.622
La mayoría de los tratados y libros que existen sobre Grafología, sitúan como primera obra editada en relación con el estudio de la escritura, en el año 1.622, la realizada por Camilo Baldo (1.547-1.634), profesor de Lógica y Metafísica en la Universidad de Bolonia, titulada Trattato come de una lettera missiva si cognoscano la natura e qualitá dello scrittore (El arte de conocer por el examen de una carta misiva las costumbres del escritor).
Sin embargo, existió un autor contemporáneo de Baldo, que escribió una obra anterior sobre el tema. Este primer grafólogo de la historia se llamaba Próspero Aldorisio, y publicó en el año 1.611 la obra Idengraphicus Nuntius, denominando Idengrafía al método por el cual estudiaba la escritura. Las investigaciones y estudios de Aldorisio habían caído en un olvido total, desconociéndose las razones de ello (aunque pensamos que la Inquisición, probablemente, tuvo mucho que ver con ello) y gracias a que han sido recuperadas públicamente hace relativamente pocos años, podemos conocer parte de lo que escribió, aunque por desgracia, la mayoría de sus escritos están desaparecidos, y sólo tenemos referencia de ellos por documentos de personajes de la época. Lo que es realmente extraño es que Camilo Baldo no nombrara en toda su obra la labor de Aldorisio, ya que con toda seguridad, tuvo que conocerla.
El hecho es que con la Idengrafía, Próspero Aldorisio era capaz de estudiar circunstancias de la persona, según referencias históricas de la época, que hoy día son impensables e imposibles con la actual Grafología, tales como conocer el color del pelo, la edad de la persona, su estatura, etc.
El primer documento del que se tiene noticia en el que se habla de Aldorisio y su ciencia, es una carta escrita por Giovanni Frigiolo y publicada por el librero Girolamo Bordoni en 1.610, dirigida al agente de Su Majestad Serenísima de Polonia y Suecia, Juan Bautista Solari ("Carta en la cual se razona sobre la nueva ciencia llamada Idengrafía, descubierta por Prosper Aldorisius"). En ella se relata como este hombre era capaz, en palabras de Frigiolo, de sacar de cada escritura, primero las cualidades del cuerpo, empezando por la forma del todo y pasando luego a examinar las partes: la cantidad de cartílago, de músculos, de venas (….); el color de su fisionomía: orejas grandes, nariz pequeña (….); la manera de andar, de hablar, las enfermedades a que está predispuesto el cuerpo (….). En fin, que conoce y revela por medio de la escritura todo lo que se puede decir de las características del cuerpo. Además, comenta Frigiolo, que una vez conocidas todas estas cosas, Aldorisio pasa a analizar las cualidades y la inclinación del espíritu (….) Puede representar las costumbres, las condiciones y los accidentes más notables de cada persona (….). Sabe reconocer las personas de alma grande o pequeña, al que es valiente y al que es tímido, al prudente, al tonto, al lujurioso, al recatado, al avaro, al sabio (….)
De todas formas, existe además una obra anterior a las dos mencionadas, que sin ser un libro exclusivamente dedicado al estudio de la escritura y su relación con el carácter, sí aparece en él un capítulo con tal pretensión. La obra es "Examen de ingenios para las ciencias, donde se muestra la diferencia de habilidades que hay en los hombres, y el género de letras que a cada uno responde en particular", del médico y filósofo español Juan Huarte San Juan, publicada en Baeza en 1.575.
Vicente Martins (profesor de Lingüística de la Universidad Estatal Vale do Acaraú (UVA), de Sobral, Estado do Ceará, Brasil), comenta, que hay una relación estrecha entre lectura y pensamiento, lectura y actitud, y más estrecha aún entre rechazo y personas con deficiencia en lectura. Las investigaciones recientes en Psicopedagogía, señalan cierto grado de cercanía entre problemas de lectura y delincuencia juvenil.

Él dice que el comportamiento del delincuente, en el medio escolar, en general está asociado con alguna dificultad de aprendizaje. Los niños con dificultades para leer bien, casi siempre son estudiantes aislados, que buscan superar sus limitaciones lingüísticas con comportamientos más agresivos, rebeldes y violentos.
Los bajos rendimientos escolares reflejan las limitaciones cognitivas y lingüísticas de personas con deficiencia en lectura, y la destreza en el deporte o en el arte, muchas veces pueden revelar un sentimiento de rebeldía, que es posible perdure en la fase adulta. Las personas con deficiencia en lectura son potencialmente los estudiantes que más presentarían problemas de indisciplina en la escuela.
Durante dos años, Martins observó y constató que las dificultades de lectura y la delincuencia juvenil son tipos de problemas que caminan juntos y, por lo tanto, exigen una intervención por parte de los agentes y autoridades educativos.
Según Martins, muchos estudiantes cometen actos antisociales, no porque sean pobres o por ser víctimas de una privación cultural, sino porque, no tienen un buen rendimiento escolar y presentan trastornos del lenguaje o dificultades para leer y escribir. En cuanto mayor grado de incultura, el niño es más propenso a la violencia, por motivos frívolos y banales.
Los estudiantes con dificultades de lectura y frustrados por cada tentativa, son tentados a faltar a clase y a frecuentar compañías poco deseables. Un estudiante que fracasa en la lectura, fracasa también a la hora de leer un problema matemático, y es un magnífico prospecto para la delincuencia.
Finalmente, sostiene Martins, la privación de la lectura interfiere en el desarrollo de la personalidad de los estudiantes. Un estudiante con deficiencia lectora vive triste y deprimido, agresivo y angustiado.

El Análisis Transaccional

El Análisis Transaccional
Presentación:

El Análisis Transaccional es una teoría de la personalidad y de las relaciones humanas con una filosofía propia que, en la actualidad, se aplica para la psicoterapia, el crecimiento y el cambio personal u organizacional en numerosos campos. Sus conceptos se expresan por medio de un vocabulario sencillo y original buscando ante todo la comprensión de los fenómenos por parte de todos (profesionales y clientes). Sus modelos de análisis son universales. Sus explicaciones son intencionadamente fáciles y próximas a las vivencias inmediatas de las personas.

Los Orígenes:

El Dr. Eric Berne (1910-1970), médico psiquiatra, fue el fundador, principal creador e innovador del Análisis Transaccional. Elaboró su modelo a partir de sus observaciones en la psicoterapia de grupo a principios de los años cincuenta. En su elaboración reconoce la influencia de sus maestros Paul Federn y Erik Erikson, con quienes se psicoanalizó. Siempre fue respetuoso con las teorías psicoanalíticas en las que se formó. Se rodeó de un equipo de colegas y organizó regularmente unos seminarios en San Francisco, California, para compartir sus experiencias como terapeutas de grupo y con vistas a desarrollar un modelo de "psiquiatría social" basada en el estudio de las interacciones entre las personas, que llamó Análisis Transaccional.
Esta investigación continuó gracias a la ITAA (Asociación Internacional de Análisis Transaccional) fundada por el mismo E. Berne y ha permitido profundizar ciertos conceptos del Análisis Transaccional o aportar desarrollos diferentes dentro de la teoría.

Filosofía y principios del Análisis Transaccional:

La filosofía del Análisis Transaccional, basada en la filosofía humanista, parte del principio de que “todos nacemos bien”. Berne decía metafóricamente “todos nacemos príncipes y princesas”. Después en nuestras relaciones con los demás tomamos decisiones autolimitadoras con las que nos convertimos en “sapos o ranas encantadas”. Pero básicamente "Yo soy Guay (OK) - Tú eres Guay (OK)" como persona. Soy una persona digna de confianza y respeto básico en mi mismo y en el otro.
El segundo principio en que se basa el AT es que todos tenemos un cierto potencial humano determinado por los condicionamientos genéticos, circunstanciales de salud, y sociales de origen y procedencia, pero un cierto potencial humano, que podemos desarrollar.
Las limitaciones externas al desarrollo de nuestro potencial humano, y sobre todo las limitaciones internas decididas tempranamente, producen la infelicidad, la auto-limitación de las habilidades personales para resolver problemas y enfrentarnos a la vida y en definitiva la patología. De modo que yo soy responsable de mi vida y decido lo que es bueno para mi.
El tercer principio en que basa su filosofía el A.T. es que todos podemos cambiar en pos de la autonomía y tenemos los recursos necesarios para hacerlo. Estos recursos pueden ser personales o relacionales e incluyen la posibilidad de tomar nuevas decisiones más autopotenciadoras.

Las metas del Análisis Transaccional:

La meta del Análisis Transaccional es la autonomía que se define por:
- La consciencia o capacidad de distinguir la realidad de la fantasía interna proyectada sobre lo que me pasa o lo que sucede.
- La espontaneidad o capacidad de expresar mis propios pensamientos, sentimientos y necesidades y de actuar en consecuencia, viviendo para sí.
- La intimidad o capacidad de abrirme al otro, estar próximo, cercano y ser auténtico con el otro con reciprocidad.

Algunos analistas transaccionales como Carlo Moiso añaden a estas tres capacidades una más:
- La ética o capacidad de elegir actuar en cada contexto respetando los propios valores asumidos.
El Análisis Transaccional es un modelo decisional de la personalidad que permite:
Comprender como entramos en relación con los otros, lo que buscamos en nuestras relaciones y cuales son nuestras raíces ocultas que nos hacen reaccionar de manera repetitiva.
Sentir y tomar conciencia de qué es lo que pasa en nosotros y por tanto de que necesitamos, deseamos y de cuales son nuestras metas.
Actuar y tomar la iniciativa para poner en marcha los cambios personales, relacionales u organizacionales. Utilizar los Permisos, Protecciones y la Potencia necesarios para alcanzar nuestro desarrollo y evolución.

Principios de aplicación del Análisis Transaccional:

La practica profesional se basa en dos principios:
- La comunicación profesional - cliente ha de ser clara, directa y oportuna o pertinente a la situación.
Por ejemplo en la terapia ningún nivel está excluido, ni el emocional, ni el racional, ni el de los valores personales. Tampoco está excluida ningún área del comportamiento del foco de la terapia, ni la intrapsíquica (lo que pasa dentro de nosotros, en nuestra mente), ni la corporal (lo que pasa dentro o en nuestro cuerpo), ni la conductual (el comportamiento), ni la relacional, ni la social. El lenguaje es sencillo, claro, y potente o expresivo, la jerga es limitada y compartida por el terapeuta y el cliente.
- El Análisis Transaccional es un método contractual.
"Un contrato es un acuerdo Adulto con uno mismo o con otra persona para realizar un cambio."
El contrato orienta y guía el trabajo con Análisis Transaccional. Supone un objetivo que el cliente desea alcanzar, una meta de cambio. Implica un análisis cooperativo entre ambos de la situación a resolver y de las posibles opciones y alternativas. Entraña una responsabilidad de los dos, terapeuta y cliente, pero diferenciada. El cliente se responsabiliza de cambiar lo que sea necesario y posible de su situación tomando nuevas decisiones, poniéndolas en práctica y usando todos sus recursos disponibles. Por su parte el Analista Transaccional se responsabiliza de cuidar el proceso, de confrontar al cliente en el momento adecuado, de apoyar cuando sea conveniente, de dar orientación cuando es oportuno, de señalar lo que observa cuando sea pertinente, etc.
Además el contrato supone un compromiso en las dos direcciones. El cliente se compromete a poner de su parte toda la energía disponible con el fin de resolver los problemas para alcanzar su objetivo, y el Analista Transaccional se compromete a proporcionar al cliente el espacio y el tiempo adecuado para que se realice el cambio, además pone a disposición del cliente sus conocimientos y habilidades con el fin de que el cliente las use para resolver sus problemas.
Todo lo anterior se desarrolla en un marco de respeto mutuo acerca de la propia valía y del potencial que todo ser humano tiene para enfrentarse a la vida y a las situaciones. Es decir desde la perspectiva de “Yo soy OK (Guay) - Tú eres OK (Guay)”, "busco la ayuda que tú me puedes dar, y que tú me ofreces".
Los campos de aplicación:

El Análisis Transaccional se utiliza principalmente en:
- Psicoterapia: individual, de pareja, de familia, en grupo.
- Orientación (Counselling): personal, familiar, relacional, vocacional, etc.
- Empresa y organizaciones: consultoría, desarrollo organizacional, cultura organizacional, trabajo en equipo, dirección de personas, comunicación, etc.
- Trabajo social: exploración de recursos, apoyo y orientación social, integración y marginación, reinserción social, etc.
- Relación de ayuda: asistencial, clínica, familiar, voluntariados, etc.
- Pedagogía: educación, reeducación, orientación e integración escolar, desarrollo humano, etc.
- Formación: de padres, profesores, educadores, profesionales, vendedores, consumidores, amas de casa, adolescentes, parejas, dirigentes, etc.

Qué ofrece el Análisis Transaccional:

A cualquier persona:
- Formación básica, sencilla y clara en aspectos psicológicos esenciales como la personalidad, la comunicación, las necesidades humanas, los sentimientos y emociones, las actitudes, la dinámica de grupos, etc.
- Instrumentos útiles para explicar los comportamientos propios y de los otros para poder basar de forma sólida las estrategias de relación y cambio.
- Opciones y medios efectivos para poder dar alternativas a los conflictos que se producen en las relaciones interpersonales.
- Modelos de referencia para la observación, auto-observación y el crecimiento personal y profesional.
- Experiencias vivenciales individuales y grupales que abren nuevas perspectivas en la comunicación personal y en la solución de problemas.
A los profesionales de cualquiera de las áreas arriba indicadas:
a) De manera general:
- Una nueva perspectiva psicosocial integradora e integrable con sus conocimientos profesionales previos.
- Una serie de herramientas para el diagnóstico, intervención y evaluación de la realidad psicosocial donde se desarrolla su actividad.
b) De manera específica:
- Una organización científica, profesional bien estructurada en distintos niveles regionales: nocional e internacional.
- Un código de ética profesional común.
- Unos requisitos de formación y unos procedimientos de entrenamiento profesional comunes en prácticamente todo el mundo, en los distintos campos de aplicación del Análisis Transaccional .
- Unos cuerpos de certificación profesional independientes de la estructura política de las organizaciones.
-Una serie de publicaciones para la difusión de los avances científicos y profesionales del Análisis Transaccional.
- Una serie de Congresos periódicos para el intercambio de experiencias y avances en los distintos campos de aplicación del Análisis Transaccional.

Análisis transaccional, De Wikipedia,

El análisis transaccional es un sistema de psicoterapia individual y social que se engloba dentro de la psicología humanista.
Fue originado por el psiquiatra Eric Berne en los años 60 en Estados Unidos, quien lo divulgó con su libro Juegos en que participamos.
El Análisis Transaccional aporta una clara metodología y unos conceptos básicos expresados en un lenguaje sin tecnicismos abstractos. Aunque en apariencia parece sencillo, aporta un modelo profundo, con técnicas de probada eficacia para facilitar la reestructuración y el cambio personal. Su efectividad y su fácil integración con otras disciplinas de las ciencias humanas y sociales, le ha dado una gran difusión mundial.
A nivel funcional, nos facilita analizar las formas en que las personas interactúan entre sí, mediante transacciones psicológicas, con sus estados del yo Padre, Adulto y Niño, aprendiendo a utilizar el primero para dar cuidados, el segundo para individuarnos y el tercero para buscar y recibir cuidados, tanto en nuestra interacción con los demás, como también en nosotros mismos, creciendo en el logro de una personalidad integradora.
A nivel profundo, nos facilita dejar el guión psicológico que decidimos en la infancia bajo la influencia de las figuras parentales y de autoridad, pero que fue necesario para sobrevivir y que podemos aún estar siguiéndolo ahora de forma inconsciente. Al dejar el guión, dejamos también de jugar los juegos psicológicos que lo refuerzan, pudiendo entonces usar integradoramente nuestra capacidad de pensar, sentir y actuar, al servicio de un vivir saludable.
Actualmente, partiendo del enfoque inicial de Eric Berne, conocido como Terapia para el Control Social, se han desarrollado otros enfoques que se completan y complementan en Análisis Transaccional. Se trata de la Terapia por Reparentamiento (originada por Jacqui Schiff), la Terapia por Redecisión (originada por Bob y Mary Goulding), la Terapia por Reniñamiento (originada por Petruska Clarkson) y la Terapia por el Proceso (originada por Taibi Kahler).
Además de como psicoterapia, el Análisis Transaccional es aplicable en crecimiento personal, educación, enfermería, trabajo social, desarrollo organizacional y en otras actividades en las cuales las personas interactúan entre sí.

LA SEXUALIDAD EN GRAFOLOGIA

La sexualidad en grafología

La utilización de la Grafología se remonta al Siglo XIX y ha ido evolucionando a lo largo del Siglo XX. Sin embargo, la atmósfera puritana y la influencia religiosa no permitieron una búsqueda profunda en el plano de la sexualidad. Antes de la divulgación de las teorías de Freud, los tabúes eran numerosos. Muchos años de estudio en diferentes países y con la colaboración de grafólogos renombrados, se ha podido llegar a una técnica que permite descubrir los trazos reveladores de la sexualidad. Esta intromisión en la vida privada de los individuos puede resultar molesta para algunos, pero querramos o no, la sexualidad existe y forma parte de la personalidad de cada ser vivo.
Tiene influencia en el conjunto del comportamiento del ser humano y determina nuestra vida afectiva y nuestro trabajo. Se puede leer en la expresión de nuestra mirada, en nuestros gestos y en nuestra conducta. Su disimulación no implica que no se manifieste en nuestra escritura, por lo tanto es preferible conocerla, utilizando para aquellas personas que se sometan al análisis, el respeto y la discreción. Es muy importante no dejarse seducir por un rasgo aislado sin considerar con detenimiento el aspecto global de la escritura a examinar; esto evitará las consecuencias de un error que puede llegar a ser muy molesto y enojoso.
En el estudio de la sexualidad se toman todas aquellas letras que tienen ejes que descienden a la zona inferior ("f", "g", "j", "p", "q", "y", "z"). Es el área representativa de las necesidades instintivas, biológicas o corporales, es decir la zona de las apetencias primarias como pueden ser el hambre, la sed, la búsqueda del placer sexual o sensual, como también la codicia o avidez de dinero, de bienes, de confort, etc. La forma curva de estos movimientos indican una expansión suave de las pulsiones, en cambio el ángulo supone un freno de las mismas. La presión nos da el nivel de energía y la rapidez registra la agilidad de la respuesta a los estímulos externos o internos.
Es importante la observación de cada movimiento, de cada cambio, de toda anomalía, pero siempre teniendo encuenta que "el todo" es más importante que las partes, es decir que el signo aislado debe interpretarse en relación al conjunto de la escritura.
Muchas son las personas que se acercan al grafólogo con la curiosidad de saber algo más sobre la pareja que han conocido. También le sirve al médico o psicólogo para conocer más a fondo enfermedades y/o complejos que a veces el paciente no se anima a confesar.

Los ejes a la izquierda indican un desplazamiento de la libido hacia el misticismo y una fuga de la realidad. Los que tienen un ángulo muy marcado, significan reserva, temor y resentimiento en la administración del instinto y los redondeados muestran una libido bloqueada con dificultades y penas en el plano familiar. Los ejes terminados en forma triangular señalan que posee una amabilidad mundana que esconde una personalidad contrariada por decepciones y frustraciones y aquellos muy inflados, el deseo de representar un papel en sociedad. La letra " f " terminada en triángulo muestra que está insatisfecha de su vida y de los demás y que para compensar su insatisfacción pone todo su amor propio en el trabajo.
Son ejes desproporcionados que indican vanidad y deseo de figurar. Su instinto erótico está aumentado y necesita de caricias y de afecto. La forma curva de los mismos nos muestran que posee amabilidad, ternura y plenitud en la obtención del placer y por ser muy largos es profunda en el deseo. Son ejes ligados a la letra siguiente y muy inflados, índice de una energía sexual que se realiza. Tiene una vitalidad instintiva con fuertes necesidades y es apasionada en sus contactos. Imaginativa en el campo erótico, gusta de la buena comida y de los objetos agradables.
Son ejes prolongados hacia la izquierda que muestran un desarrollo psicológico difícil, con falta de vínculos eróticos y rechazo a las experiencias sexuales. Huye del contacto con los demás y su libido se encuentra desplazada hacia el misticismo. La curva abierta manifiesta su inclinación poética y la apertura a impresiones sensuales pero siempre evitando las vinculaciones personales. Por ser una escritura adornada indica que es algo vanidoso y superficial con rasgos de teatralidad.
La letra " q " es en forma de 8 con el óvalo elevado y de presión firme. Esto significa que tiene fuerza de carácter, gran poder de seducción y una conducta coqueta, con firmeza y energía en el impulso instintivo. La letra " y " tiene el primer trazo elevado y es muy larga. Muestra seguridad en la manera de actuar, realismo, gran energía y una naturaleza apasionada. El trazo final de la " l " se prolonga a la zona inferior, indicativo de una conducta instintiva con miedo a dejarse arrastrar por sus impulsos. Los trazos finales curvados hacia arriba y hacia atrás, la hacen poseedora de una amabilidad interesada.